viernes, agosto 17, 2007
Auditoría

Yo no sé qué es peor. Imagino que ya te pasó que te pediste vacaciones y que, algo, no sé una asignación nueva o un compañero que cayó enfermo una que se embarazó, lo que sea que haya pasado pero tuviste que suspender tus "merecidas" vacaciones. Las comillas van por si esto lo lee algún jefe y/o algunos de esos compañeros que envidiás porque nunca hacen nada, como si fueran jefes. Si nunca te pasó, ya te advertí que no leyeras. ¿Para qué seguiste leyendo? Volvé en un tiempo.
Yo no sé qué es peor. Algo bien feo es quedarte hasta ninguna hora, porque después de las 8 de la noche ya la hora no corre, ni vuela ni nada. Los minutos se desvanecen en el aceite de la pizza y la coca cola te infla la panza como al gordo del kisco de la esquina. Estás entonces hasta que vuelve a amanecer. Revisás todo cuando te despertás antes de irte, y llegan fresquitos los que revisan tus cagadas. Y son muchas, una por cada kilocaloría que suma la de provolone, la coca y el helado. Si seguís leyendo y decís que nunca te quedaste a cenar en la empresa, pasan una de dos. o sos muy nuevito o trabajás en otro sector que no sea Finanzas.
Yo no sé qué es peor. Pero bien algo bien feo es atender una Auditoría. Que una manga de sabios se pongan a ser juez de tu trabajo, de cuando el reporte no te cuadraba, de cuando suspendiste tus vacaciones, o de cuando te quedaste hasta cuando la luna blanca y distante desfila por la ventana de la oficina, vacía, de tu jefe. Un grupo de eruditos sin experiencia que miran sin ver y observan sin dejar de mirar la guía práctica del auditor. Porque eso hacen, van para adelante, así derechito, como los caballitos, ¿viste? No me sale la palabra. No son ojeras. Ojeras tiene la anémica del segundo. Enigüei, siguen al pie de la letra una receta escrita por alguien que nunca piso una bendita oficina y nunca sacó un reporte de cierre de mes. Pero son los dueños de la verdad, como si la verdad pudiera tener dueño.
Che, llamá a ese que nunca la cagó en un reporte, que no suspendió sus vacaciones, que nunca se quedó hasta tarde, vení, vení bonito, atendéte esta Auditoría.