jueves, mayo 10, 2007
Rigidez
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguVl1BW-CRiGvlIPveL5zhypCddHjvaxmvMDDnXhqXbVGqnmMQXYg4yBLYbwKHX9zzSCiWe5jZzbyg3Drn_I8Vrevp6pGIIk2iZS6vmfUgzk87v4Q-isHSK4G8rse3rZ-nw_IU/s400/rigidez.jpg)
Allí entra en juego el otro, el que no entiende. Malditos descerebrados que no razonan. Cínicos embusteros que no quieren hacer. Déspotas sinvergüenzas que no ceden un milímetro de sus posturas. Ciegos empedernidos que no ven lo mismo que nosotros. Al entrar en juego los otros, la carga, el ahogo, automáticamente es lanzado hacia ellos, generando así la desculpa. Finalmente, nos quitamos la culpa y se la ponemos a los otros. ¿Consecuencia? Las célebres y repetidas frases: "Con los de Mercadeo no se puede hablar, no entienden la partida doble, no entienden de gastos, no lo ven, no se puede hablar con ellos", con más los condimentos pertinentes de insultos y demás palabrotas que decoran nuestro pase de culpas.
La misma cantidad de desculpa es pasada hacia nosotros cuando la gente de mercadeo se expresa con las consabidas y culpativas expresiones que dibujan una total simetría con las emitidas en Finanzas: "Estos de Finanzas debieran salir a la calle, no ven nada, no conocen el negocio, no ven nada. No se puede hablar con ellos".
No sé si habrá algo más negativo que decir que algo no se puede. Tampoco sé si habrá algo más despersonalizado, más desresponsabilizado (sígaseme permitiendo inventar palabras). El día que comencemos las mismas frases con "Nosotros no podemos entendernos con ellos", el día que tratemos de ver lo que ellos ven que dicen que nosotros no, el día que nos demos la oportunidad de dejar nuestra zona de rigidez y de desculpabilización (sigo pidiendo permiso), el día que comprendamos que las relaciones laborales (las personales también) son de a dos, quizá amanezca celeste y el camino hacia algún punto de convergencia sea posible, bajo el brillo de un dorado sol.
Aún así, los caminos son difíciles de andar. Desde los extemos opuestos de la rigidez, son kilométricamente mucho más largos.
Etiquetas: reflexión de vida