miércoles, octubre 18, 2006
Echale la culpa a Río
-¡Cuidado!
-¡Ja! Ahora sí que la hiciste. Rompiste la lámpara y no tienes a nadie para culpar.
-Podría culpar a la sociedad.
Hace ya algunos años, y no creo que no quede alguien con conexión regular a la red de redes que no lo haya visto, que circula por el espacio virtual una especie de mapa de acciones a seguir en el caso de avistaje de un problema. No quisiera omitir las partes trascendentes de aquel gráfico, pero básicamente, el circuito define que uno, a menos que logre esconder el problema, pasarlo a otro a sector o culpar (creíblemente a alguien), está fregado.
Y esto entiendo tiene que ver con la cultura propia de cada ser humano, que puesta a disposición y uso de una organización, no hace sino otra cosa que continuar y dejar fluir su esencia egoísta.
No sé cómo poner mi pensamiento de la forma más positiva posible. Y aquí no responsabilizo a nadie, sino a mi incapacidad directamente. Sin embargo, haré un intento. De un modo o de otro, mi mensaje debe salir de mí y estar a disposición de quien quiera/pueda tomarlo.
¿Cuándo será que podamos entender que un problema nuestro o nuestro sector o en nuestro filial o nuestra región o en nuestra empresa o en nuestra sociedad es un problema nuestro, propio? Cuando ello ocurra, quizás comencemos a trabajar y pensar en alguna arista de solución. ¿Utopía? Quizás no, de momento ya hay una persona que no le echa la culpa (sistemáticamente) a Río.
-¡Ja! Ahora sí que la hiciste. Rompiste la lámpara y no tienes a nadie para culpar.
-Podría culpar a la sociedad.
Hace ya algunos años, y no creo que no quede alguien con conexión regular a la red de redes que no lo haya visto, que circula por el espacio virtual una especie de mapa de acciones a seguir en el caso de avistaje de un problema. No quisiera omitir las partes trascendentes de aquel gráfico, pero básicamente, el circuito define que uno, a menos que logre esconder el problema, pasarlo a otro a sector o culpar (creíblemente a alguien), está fregado.
Y esto entiendo tiene que ver con la cultura propia de cada ser humano, que puesta a disposición y uso de una organización, no hace sino otra cosa que continuar y dejar fluir su esencia egoísta.
No sé cómo poner mi pensamiento de la forma más positiva posible. Y aquí no responsabilizo a nadie, sino a mi incapacidad directamente. Sin embargo, haré un intento. De un modo o de otro, mi mensaje debe salir de mí y estar a disposición de quien quiera/pueda tomarlo.
¿Cuándo será que podamos entender que un problema nuestro o nuestro sector o en nuestro filial o nuestra región o en nuestra empresa o en nuestra sociedad es un problema nuestro, propio? Cuando ello ocurra, quizás comencemos a trabajar y pensar en alguna arista de solución. ¿Utopía? Quizás no, de momento ya hay una persona que no le echa la culpa (sistemáticamente) a Río.