lunes, septiembre 25, 2006
Retroalimentación (Feedback)

-¿Cómo puedo mostrarle a la pequeña gente como tú que escucho su retroalimentación?
-Como para empezar podrías apagar tu "ipod" (áipod) cuando hables con ellos.
-¿Eh?
-No te preocupes.
¿Alguna vez has pedido retroalimentación a tus compañeros, superiores, colegas? Oh, sí, perdón, ¿si alguna vez has pedido "feedback" a tus compañeros, superiores, colegas? Por eso es tan difícil quitar eso tan instauradísimo que llamo "wording". Bueno, como sea, ¿qué pasó cuando solicitaste la opinión de otro sobre algo tuyo? A ver, dejame intentar: evasivas, o un después lo vemos, o un dejame pensarlo y en el mejor de los casos, algunas de tus obvias cosas buenas. ¿Y cómo actuás cuando la retroalimentación te es pedida a tí?
¿Por qué la gente se la pasa opinando y criticando a otros con otros otros y le es tan difícil decirle las cosas a uno directamente? Quizás un factor sea una limitante en el subconciente. Como somos unos irrespetuosos y sabemos que faltar el respeto no está bien, entonces le faltamos el respeto por las eslpaldas, amparándonos en el ojos que no ven, corazón que no siente. Imagino que otro factor, pero menos común, que tampoco quién pide la retroalimentación (fidbac) está preparado para recibirla y nos hayan enviado de paseo gratuitamente. En estos caso, no damos opinión por irrespetuosos, sino por temerosos de una mala reacción de nuestro interlocutor.
Ni hablar de esas situaciones que el solicitante es un superior. Nos invade el terror de una represalia o alguna futura objeción a nuestro trabajo, o a nuestras ideas o a lo que sea. A lo mejor nos refugiamos en la creencia que nuestro superior no sea capaz de entendernos honestamente, su propia condición de jefe se lo prohíbe.
Por eso, ante un pedido de fidbac (retroalimentación), es bueno no quitarse el "ipod" (áipod = instrumento ultramoderno reproductor de música digital con capacidad para almacenar una gran cantidad de temas) o el, consabido y casi obsoleto, "discman" (instrumento reproductor de música almacenada en "CD" [cidí = discos compactos]) o el, sí obsoletísimo, walkman (ya no necesita mayor comentario).
Decía, que eso era bueno, pero lo mejor sería dialogar, honesta y abiertamente, de todo, con todos. Lamentablemente, estoy equivocado, o ¿este mensaje no tiene razón de ser?
¿Por qué la gente se la pasa opinando y criticando a otros con otros otros y le es tan difícil decirle las cosas a uno directamente? Quizás un factor sea una limitante en el subconciente. Como somos unos irrespetuosos y sabemos que faltar el respeto no está bien, entonces le faltamos el respeto por las eslpaldas, amparándonos en el ojos que no ven, corazón que no siente. Imagino que otro factor, pero menos común, que tampoco quién pide la retroalimentación (fidbac) está preparado para recibirla y nos hayan enviado de paseo gratuitamente. En estos caso, no damos opinión por irrespetuosos, sino por temerosos de una mala reacción de nuestro interlocutor.
Ni hablar de esas situaciones que el solicitante es un superior. Nos invade el terror de una represalia o alguna futura objeción a nuestro trabajo, o a nuestras ideas o a lo que sea. A lo mejor nos refugiamos en la creencia que nuestro superior no sea capaz de entendernos honestamente, su propia condición de jefe se lo prohíbe.
Por eso, ante un pedido de fidbac (retroalimentación), es bueno no quitarse el "ipod" (áipod = instrumento ultramoderno reproductor de música digital con capacidad para almacenar una gran cantidad de temas) o el, consabido y casi obsoleto, "discman" (instrumento reproductor de música almacenada en "CD" [cidí = discos compactos]) o el, sí obsoletísimo, walkman (ya no necesita mayor comentario).
Decía, que eso era bueno, pero lo mejor sería dialogar, honesta y abiertamente, de todo, con todos. Lamentablemente, estoy equivocado, o ¿este mensaje no tiene razón de ser?