Mi Cubículo

Pocas veces la emoción traspasa la pantalla e invade el ambiente de tu casa. Pero el deporte puede lograrlo.

Nalbandian le había ganado 3-0 a Pilipousis (vaya uno a saber cómo se escribe) y era el turno del chucho Acasuso frente al ex-nro. 1 y dos veces campeón de la Davis, Lleyton Hewitt. Comenzó pésimo el argentino y perdió 6-1. Se recuperó para un 6-4 y volvió a caer en el tercer set por 6-4 también. El cuarto set se veía feo, tan feo como el cielo que se cerraba y el celeste pasó a ser gris. Tan gris como el break-point en contra que tenía el chucho. Lo levantó, lo ganó y salió el sol para el argentino. Ocho games en continuado para ponerse 4-0 en el quinto set. Pero el sol sólo era para él, porque se vino una lluvia como la última vez. Break point a favor del australiano y suspensión. A esperar hasta el otro día.

Primero lo probable, Acasuso que la cuelga y 4-1. El ex-1 se pone 30-0 con su saque y los nervios invaden el estadio. El brazo de Acasuso que se encoge, y en ese momento, increíblemente el australiano comete dos dobles faltas y un error no forzado para dejar todo a favor de la Argentina. 5-1 y un trámite para dejar el match point, que en mimutos tratarán de ganar Nalbandian y Calleri.