jueves, septiembre 14, 2006

Jugador de toda la cancha



"Estoy trabajando en un mouse que se pueda mover por pura energía mental. El problema es que el nivel medio nunca podrá utilizarlo".

Ya me he referido a que es fácil caerles encima a los mandos medios. Criticarlos se ha transformado en tarea simple y llana. No importa quién sea nuestro interlocutor. Sea un mando de la alta gerencia, estará de acuerdo porque se quejará que el mando medio solo oficia de pasador de reportes, que no puede lograr juntarlos a todos para cuando se lo piden y que siempre tiene problemas con alguno de sus empleados. Si el interlocutor es un compañero de la misma línea, pues no perderá oportunidad para echarle algo de tierra encima y así lograr escalar él/ella más rápidamente en estas montañas de roca (por lo duro) y nieve (por lo frío) que son las empresas. Y, finalmente, si el receptor temporal de nuestra crítica es un compañero de la línea baja, de los pencil-pusher, sin dudas tomará nuestro pensamiento como propio sin más, pero cuando él se convierta en un mando medio, por cuestiones mágicas y poco entendibles comenzará a comportarse como el criticado anterior.

Se parecen, algunos "middle managers", al cuarto volante de cualquier equipo de fútbol. Los defensores son los operativos, los que consiguen la pelota, que se meten en el barro, consiguen la data, la procesan y mandan el reporte (el pase del balón) al mando medio (cuarto volante). Éste, hay veces que tiene tiempo y levanta la cabeza, busca al delantero mejor ubicado (lee lo que le mandan, lo analiza), pero otras veces hace directamente el consabido "forward" de los correos electrónicos (pasan el balón sin ver bien a quién). Los delanteros o línea superior de una organización, se quejarán del mal pase (aunque sea una reporte excelente y completo) y también los culparán, aunque ellos mismo se hayan ubicado en posición adelantada. Si la jugada termina en gol, los delanteros son los mejores, reciben la mejor paga, los mejores contratos y los mejores premios. Es cierto que si malogran la jugada llevarían una peor parte. Pero como a todos goleadores, siempren los dejan jugar en algún equipo. Hasta a algunos los premian con transferencias al exterior para sacarse el tronco (jugador de baja calidad) de encima. Alguna vez, el premio llega hasta el cuarto volante que quizás ideó una buena jugada. Pero nunca, el arquero o los defensores serán reconocidos. Bueno, de tanto en tanto surge un Chilavert capaz de hacer muchos goles, y brillar más que los medios y hasta que los denlanteros. Cuando ello ocurre, todos lo usufructan un par de campeonatos, pero luego, como todo río revuelto, la situación vuelve a su cauce, que no me gusta llamar, normal.

En el banco está el DT, que cuando el equipo va perdiendo hace cambios desesperados para buscar resultados, como enviar un arquero a cabecear un córner y en vez de empatar, pierden 0-2. Otras veces, no logran ver el cambio a realizar. Se trata de la Gerencia General o Presidencia. También tienen aciertos, promoviendo a la primera a los pibes del potrero o inventando posiciones para algunos managers. Los accionistas están en la tribuna, todo lo saben, todo lo critican, con nada de lo que se hace están de acuerdo y sí están a favor de todo lo que no se está haciendo, claro hasta que esas cosas se comienzan a hacer. Los árbritos son los entes reguladores, las administraciones de impuestos y los periodistas, los gremios, los hay buenos (pocos) y malos (muchos).

También hay jugadas en que el volante se quiere ir para al ataque o intenta complementar la defensa. Rara vez eso termina bien, termina con algún jugador expulsado, quien tapando los agujeros que su jefe (generalmente es un operativo quien intenta salvar todo) comete una falta importante y chau pinela, a las duchas ("fired").

De todos modos, quisiera poner paños fríos sobre estas cuestiones, aunque el "joke" de hoy podría llegar a encender un bloque de hielo (ojo los que tengan las asentaderas de material inflamable). No siempre contamos con la data justa y precisa para juzgar comportamientos que parecen irracionales. Ellos tampoco manejan toda la data y quizás esa sea la causa de su error. Bueno, de los errores, bueno de todos los errores, bueno de todo su trabajo (se me metió un criticón negativo dentro, ya lo saco, un minuto por favor).

Algo que digo a menudo, y que deseo, pero no sé si lo lograré, es recordar todo lo que pienso ahora sobre los mandos medios y sus superiores, y si por caso tuviera la oportunidad de ser uno, desearía mantener mis pensamientos de hoy.

Seguramente, el entorno, mis colegas, los defensores, los otros medios, los delanteros, la hinchada, los DTs y esas otras cuestiones mágicas y poco entendibles no me lo permitan.

Sin embargo, me sueño como un jugador amigo en los entrenamientos, aguerrido en los partidos difíciles, cauto cuando ganamos por goleada, respetuoso con los árbitros, admirado por los DTs, reconocido por los delanteros, por los otros medios, por los defensores. Ovacionado por la tribuna, con la prensa criticándome casi objetivamente (milagro). Y aun cuando esté viejito, sin poder correr ni trotar, sentir que me alcanza con caminar la cancha, sentir el olor fresco del pasto recién regado al atardecer, peinar mi pelo blanco (ojalá no se me caiga todo antes) y poder reconocerme como un jugador de toda la cancha, de todos los tiempos, de todos los partidos.

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