Mi Cubículo

Una mujer es un sueño, suavidad en palabras sin hablar. Cabellos al viento y dulzura en libertad. Es perfume de miles de pétalos sueltos al aire, buscando un devenir de placer, de trabajo, de amor.

Una mujer es un regalo eterno, el verso del poeta no logra describirla. La contempla, la seduce, la muestra, pero nada alcanza para dar con ese ser. Fuente de sacrificio y amor cuando madres, doncellas y compañeras cuando hijas, cariñosas y ardientes cuando aman.

Una mujer es paz, es una mirada comprensiva ante un problema mayúsculo. Entender lo que no está escrito y escribir lo que no se entiende. El pintor no puede reproducirla. La observa, la piensa, la desenmaraña en un trazo, pero nunca sus colores dan con el brillo innato.

Una mujer es vida. Capacidad de nueve lunas al son de la marea. Arena en granos para construir hasta lo imposible. El escultor no puede moldearla. La palpa, la arma, la tiene en sus manos, pero lo inerte de su creación apenas si emula el cuerpo vivo.

Una mujer es alegría, brisa de verano y leño candente en invierno. Se iluminan las noches con su mirada, los cielos se llenan de pájaros en vuelo, nacen flores en los desiertos.

Una mujer es felicidad, una mujer sos vos.